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Cuando Izlah nos buscó, su reto era claro: comunicar de forma consistente la gran variedad de sabores que lanzaban en sus tiendas. Aunque eran reconocidos por su innovación, la marca no lograba alinear su comunicación ni con sus agencias previas ni con sus esfuerzos de marketing internos.
Arrancamos la colaboración con sesiones de creación de contenido en nuestros propios foros, cuidando la estética visual de sus productos. Pero también se necesitaba contenido dentro de tienda. Por eso, comenzamos a unificar su comunicación para todos los puntos de contacto: redes sociales, materiales impresos y pantallas en sucursal.
Durante la pandemia, fue nuestra iniciativa duplicar el volumen de contenido. Le propusimos a la marca abrir un canal de delivery en alianza con Uber Eats, que resultó en un éxito rotundo: las ventas en línea comenzaron a compensar la caída en piso y se convirtió en una nueva fuente de ingresos clave para el negocio.
Además, analizamos los flujos de venta por temporada y construimos una estrategia que optimiza inversión creativa según clima y temporalidad. En temporadas de calor, incrementamos visibilidad; en épocas de lluvia, optimizamos recursos. La marca entendió así que su operación debía adaptarse a patrones reales de consumo.
También propusimos alianzas estratégicas con marcas como Barbie y Oatly para expandir el alcance y conectar mejor con su comunidad.
Uno de los mayores retos fue alinear la comunicación de 14 tiendas bajo un mismo calendario, ejecutando 6 campañas anuales que requieren más de dos meses de planeación anticipada.
Hoy, Izlah no solo tiene una estética sólida y campañas memorables. Tiene también un modelo de comunicación estructurado que vive tanto en digital como en físico. Una marca que dio el salto de operar su marketing mes a mes, a construir campañas con estructura, visión y consistencia.
A continuación, una muestra del trabajo que hemos creado juntos.
